domingo, 20 de diciembre de 2009

PARTIR. O EL INCOMPRENSIBLE FUROR VAGINAL DE KRISTIN SCOTT THOMAS.


Que sí, leñe, que la semana que viene hablo de Avatar, no sean palizas.

De momento, y aprovechando que el único cine que queda cerca de mi casa sólo da películas de esas pequeñitas, voy a comentarles brevemente una de ellas. Y se preguntarán ustedes: ¿y este chocho paleolítico por qué no coge el metro de una vez y se va a ver una película que interese a alguien? Se lo explico: no me puedo alejar mucho de mi mansión porque la plaga de cucarachas ha decidido multiplicarse por dos y sospecho que ha sido el propio desinfectador para cobrarme más, así que prefiero tenerlo vigilado. ¿Comprendido? Bien, pues déjense de preguntar tonterías y entremos en materia.

Se trata de un drama francés titulado Partir. Lo dirige Catherine Corsini y lo protagonizan Kristin Scott Thomas y Sergi López. Este último (ya saben, ese actor catalán políglota con cara de cabrón de la clase) parece estar especializándose en consolar a todas las mujeres insatisfechas del mundo, literalmente. Lo hizo en el Mapa de los sonidos de Tokio de la Coixet y lo vuelve a hacer en ésta.

La historia empieza con una premisa interesante: en una casa, en plena noche, una mujer se levanta de la cama y al cabo de un rato se oye un disparo (sí, se parece al principio de El nuevo caso del inspector Clouseau, pero no sean cachondos que no tiene nada que ver). ¿Quién ha matado a quién? ¿Y por qué? En ese sentido la película funciona, pues asistimos al declive de esa mujer de clase media alta que, enredada en una apasionada y fogosa relación con el catalán, decide dar un cambio a su vida. El problema estriba en que esa pasión y esa fogosidad sólo la sienten ellos y son incapaces de transmitírsela al espectador, por lo que las motivaciones de la protagonista para hacer lo que hace resultan algo incomprensibles. Pero la película tiene algunos momentos interesantes que hacen recomendable su visionado si no hay más remedio. Le doy un aprobado porque además es cortita.

CALIFICACIÓN: 5/10

jueves, 17 de diciembre de 2009

PARANORMAL ACTIVITY


¿Miedo? Para miedo cómo tengo el cuarto de baño con el lío de las cucarachas. Pero eso mejor lo dejo para otro día.

Como saben, "Paranormal Activity" es una de esas películas tan de moda, supuestamente realistas en las que todo lo que se ve está filmado por uno (o varios) de los personajes.A diferencia de predecesoras suyas como la de la bruja de Blair o esa colosal mamarrachada llamada "Monstruoso", aquí está mucho más justificado el uso de una cámara de vídeo utilizada en situaciones de máximo terror. La cámara forma parte del "experimento" y además el personaje que la maneja es un tío resuelto y poco miedoso, por lo que no hace lo que haríamos cualquiera en su lugar, que sería tirar la cámara al suelo y salir corriendo como una nena al menor crujido de muebles.

Hecha con cuatro duros y sin recurrir a sofisticados efectismos, la historia se resuelve con eficacia e imaginación. La intensidad de los fenómenos paranormales va aumentando poco a poco, metiendo el miedo en el cuerpo al principio, pero haciéndose reiterativa en su parte central para luego explotar en un efectivo clímax. Es una película inquietante poco recomendable para los amantes del cine de sustos o del gore.Creo que Spielberg ha comprado los derechos para hacerla otra vez, así que prepárense para la ensalada digital.

Por cierto, posiblemente sea la única película del mundo que da más miedo en casa que en el cine.


CALIFICACIÓN: 6/10

lunes, 7 de diciembre de 2009

DOS GRANDES, DOS DECEPCIONES


Queridos y desatendidos seguidores de mi blog:

Esta semana he estado muy liado porque han venido a alicatarme el cuarto de baño de la mansión y el operario ha encontrado un nido de cucarachas que me río yo de Aliens y de Mimic.

Ahora mismo está intentando eliminarlo a punta de soplete, por lo que ustedes comprenderán que para un crítico de cine, que necesita paz y recogimiento a la hora de escribir, esto es un puto coñazo.

Hablando de putos coñazos, he visto las últimas películas de dos directores que admiro (¿o admiraba?). Uno es Sam Mendes y el otro Fernando Trueba.

Del primero poco puedo decir. "American Beauty", "Camino a la perdición" y "Revolutionary Road" son tres obras imprescindibles del cine contemporáneo. Esa otra de la guerra del Golfo tampoco estaba mal, pero no alcanza las cotas de maestría de las tres que acabo de citar. Y como a todos los genios les da por lo mismo, en "Un lugar donde quedarse" ha querido demostrar que también se las arregla bien en el mal llamado cine independiente, con una historia sencilla, un presupuesto mínimo y ninguna estrella en el reparto. La cosa va de una pareja de pringados que se recorren Estados Unidos en busca de un sitio apropiado para tener el hijo que ella lleva en sus entrañas. El resultado es fallido. Mendes intenta equilibrar el drama y la comedia en una suerte de road movie que al final ni chicha ni limoná. El tono humorístico es ridículo y sólo consigue diluir la escasa carga emotiva del relato. Lo bueno es que es cortita, así que le doy un 5 raspao a condición de que el director vuelva a lo de antes.

CALIFICACIÓN: 5/10



Vamos ahora con Fernando Trueba. "El baile de la victoria", seleccionada como saben para representar a España en los Oscar del año que viene, está basada en una novela de Antonio Skármeta. Y, sin haber leído el libro, tengo la sensación de que es el típico caso de buena novela torpemente adaptada al cine. La historia tiene todos los ingredientes para funcionar, pero no funciona. Los personajes están muy logrados, pero las situaciones dramáticas se me hacen distantes y artificiosas, falsamente líricas, con momentos bochornosos. Sólo salvo la interpretación de Ricardo Darín, un tipo al que es imposible perder de vista (y no lo digo porque de un tiempo a esta parte esté hasta en la sopa, sino porque tiene un magnetismo, una exactitud en los gestos y una perfección en su forma de interpretar que enamora al más gélido de los críticos. O sea, a mí)

El baile de la victoria tenía todas las papeletas para ser una gran película. Pero no lo es.


Otro cinco pelao.

CALIFICACIÓN:5/10