martes, 1 de mayo de 2012

LA CARTELERA ACTUAL Y LA MADRE QUE LA PARIÓ

Coño, pues sí hacía tiempo que no escribía. Es que a veces la pelota se me va de viaje de fin de curso y cuando vuelve yo ando arreglando las cañerías. Les pediría disculpas, pero esta es mi casa y hago lo que me sale del bolo.

En compensación, eso sí, les diré que el cine está muy mal. Lo único que me impide no quemar la cartelera de los periódicos es que compruebo con entusiasmo que algunas multisalas se empeñan en mantener viva la chispa con la proyección de clásicos como CENTAUROS DEL DESIERTO (obra maestra absoluta de John Ford, épica, nostálgica y emocionante) y el ciclo dedicado a Hitchcock que va y viene de los Verdi y que nos permite disfrutar de VÉRTIGO de un modo en que ni las transparencias cantan (y ya es difícil eso en el gordo). Luego andan por ahí TITANIC 3D y la trilogía chunga de STAR WARS, como si a alguien le importara algo a estas alturas.

Y entre lo que no es reestreno ni refrito, poco que recomendar. Eso sí, lo recomendable lo es mucho.

¿Y AHORA DÓNDE VAMOS?, de Nadine Labaki, la directora de CARAMEL (inteligente y divertida mujer que podría ser la versión libanesa de la Bellucci) ofrece una crítica mordaz a las relaciones interreligiosas e intersexuales en clave de atípico musical.

INTOCABLE. El gran pelotazo del cine francés de este año es una comedia cuyo guión funciona como un reloj y que, pese a ser algo complaciente en sus formas, tiene la suficiente gracia y mala leche para satisfacer el paladar cinéfilo más exquisito,  además de dar un buen rollo y un optimismo muy de agradecer en estos tiempos.

Y por último les recomiendo GRUPO 7, una de policías españoles que es de lo mejor que ha dado la industr... bueno, eso que tenemos en este país que permite hacer películas. Una cinta violenta, dura, veraz y perfectamente medida e interpretada (pese a la presencia irritante aunque a ratos convincente de Mario Casas), y que confirma a su director como una de las grandes promesas del cine patrio tras la muy estimable 7 VÍRGENES y la magnífica AFTER. El único problema es que se llama Alberto Rodríguez, y un nombre así no vende mucho.

Si me permiten, termino esta intervención comentando la gran decepción que me ha provocado LA PESCA DEL SALMÓN EN YEME, una sátira política aderezada con historia de amor ambiciosa en objetivos pero aséptica en logros. Una película que lo tenía todo para ser interesante (un argumento original, buenos intérpretes, la posibilidad de arramblar con toda la clase política) pero que al final ni chicha ni limoná.

En fin, espero haberles sido útil. Otro día vengo y les cuento qué me ha parecido esa de LOS VENGADORES, que sé que lo están deseando.

Sean buenos.

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